Capitulo 2

Jenna abrió los ojos lentamente, aleteando sus pestañas negras. Se incorporó sobre sus codos, mirando a su alrededor y por un momento flotó en la dulce sensacion del olvido, esa sensación procedente de una noche de sueños y descanso. Pero siempre hay que despertar.
Después de llevar a Kyle a casa de Jordan y haberle explicado cada detalle de cuanto ella sabía tuvo que llevarlo a su propia casa, dado que no tenía lugar donde quedarse y ella vivía sola. Por la noche, el no podía dormir, lo que resultaba normal. Recordaba como se había sentido ella cuando se había dado cuenta de que su padre era ni mas ni menos que dios de la guerra, que hacia unas semana pensaba que era un mito.
Le contó los mitos de su padre

- Ares se considera el dios olímpico de la guerra, aunque es más bien la personificación de la fuerza bruta y la violencia, así como del tumulto, confusión y horrores de las batallas,en contraposición a su hermanastra Atenea, que representa la meditación y sabiduría en los asuntos de la guerra y protege a los hombres y sus habitaciones de sus estragos. Los romanos lo identificaron con Marte, dios romano de la guerra y la agricultura (al que habían heredado de los etruscos), pero éste gozaba entre ellos de mucha mayor estima. Yo no soy como mi padre, no coyla ersonificacion de la guerra, la batalla, la violencia... Pero es algo que corre por mis venas al igual que por las tuyas la sangre de Artemisa. Mi padre, bueno, se representa como  hijo de Zeus y Hera, aunque existe una tradición posterior según la cual Hera lo concibió al tocar una determinada flor. Ares tenía una cuadriga tirada por cuatro sementales inmortales con bridas de oro que respiraban fuego. Entre los demás dioses, Ares era reconocido por su armadura de bronce y por la lanza que blandía en batalla. Sus pájaros sagrados eran las lechuzas, los pájaros carpinteros y especialmente los buitres, de hay que el fragmento e mi amasea un  ave rapaz.
- ¿Y mi madre? -le había preguntado él.
- Artemisa, ¿mh? -había contestado ella- fue una de las deidades más ampliamente veneradas y una de las más antiguas.  Artemisa fue descrita a menudo como la hija de Zeus y Leto, y la hermana melliza de Apolo. Fue la diosa helena de la caza, los animales salvajes, el terreno virgen, los nacimientos, la virginidad y las doncellas, que traía y aliviaba las enfermedades de las mujeres. -Kyle rió con ganas.
- ¿Soy el semidios de las doncellas?
- Si, eso parece. -rió ella a su vez-  A menudo se la representaba como una cazadora llevando un arco y flechas. El ciervo y el ciprés les estaban consagrados. En época helenística posterior, asumió incluso el papel de Ilitía como ayudante de los partos y acabó siendo identificada con Selene una titánide que era la diosa griega de la Luna. A los tres años, Artemisa pidió a su padre, mientras estaba sentada en sus rodillas, que le concediese seis deseos: permanecer siempre virgen; tener multitud de nombres para diferenciarse de Apolo; ser la Phaesporia o ‘Dadora de Luz’; tener un arco y flechas, y una túnica hasta las rodillas para poder cazar; tener sesenta «hijas de Océano», todas de nueve años, para su coro; y veinte ninfas amnisíades como doncellas para cuidar de sus canes y su arco cuando descansase.
- ¿Virgen?
- Ya, ya lo se, yo tampoco lo comprendo demasiado pero debes entender que todoesto son mitos. -contestó-  No pidió que se le dedicase ciudad alguna sino gobernar sobre las montañas, y también el poder de ayudar a las mujeres en los dolores del parto.
- Waw. -murmuró- Aun no puedo creerlo.
- Es normal. Ahora descansa, la habitación de invitados esta al fondo del pasillo a la derecha. -él había asentido y había desaparecido por el corredor.

Ya era de día, el sol lucía, con su agradable calor. También había michuos mitos sobre el sol, demasiados para ser contados, pero no tenía tiempo para pensar en aquello.
Se levantó de la cama y le pasó ropa limpia a Kyle con cuidado de no despertarle. Miró su rostro durmiente. Puede que si hubiera heredado la belleza de su madre. Meneó la cabeza y echó una última mirada antes de salir.
Se dió una ducha y fue a prepararse algo para desayunar. Puso el televisor, echaban las noticias, aburridas noticias diarias sin importancia. Kyle apareció por la puerta de cristal del piso que conducía al salón.

- Buenos días. -murmuró.
- Hola. -contestó esta, al tiempo que Dianne le acercaba con el pico un tenedor.- Gracias Dianne.
- De nada. -contestó el águila- y date prisa, parece que se te van a quemar las tortitas.
- Mierda. -fue a la sarten y con el tenedor dio la vuelta a la comida que esta contenía y la sacó de la sarten.
- Justo a tiempo. -sonrío el águila. Después se giró hacia Kyle- Teniendo en cuenta que tu madre es artemis si coigues tu fragmento de alma seguro que es un ciervo.
- Es posible que tu Alma sea un ciervo... -murmuro Jenna.- Es cierto.

Kyle desconcertado ante el perfecto español del animal y los comentarios de ambas, dio un paso al frente para sentarae y pasear su mirada del color de la miel por la estancia. Jenna le puso unas tortitas delante de las narices.

- Come algo, vas a necesitar fuerzas. -Kyle puso los ojos en blanco- No me ignores! -exclamó Jenna molesta.- Hoy no va a ser un día de relax precisamente. Los semidioses de la zona nos reunimos para entrenar en la linde del bosque, y esta protegida así que entrar es un reto de por si.
- ¿Y si me niego?

Jenna le hizo un gesto a Dianne para que se posase en su hombro.

- Te obligaremos, y no es por asustarte pero las águilas pueden sacarte los ojos. Sin presiones.

Algo en la televisión llamó la atención de ambos. El presentador con su blanca y artificial sonrisa daba noticias de última hora.

- Todo apunta a que ha sido un homicidio. -leía el presentador.- Hoy a las nueve de la mañana se han encontrado los cadaveres sin vida de Richard y Charlote Simons, con cortes de lo que parece un arma blanca. La madre de Charlote Simons, Hellen, ha accedido a hablar con nosotros.
- Yo tenía una reunion del bufete de abogados y cuando volví encontré los cadaveres. -decía la madrastra de Kyle con lagrimas falsas en las mejillas y el maquillaje corrido- Seguro que ha sido el hijo de Richard, a ese niño le pasaba algo y a desaparecido, esto debe ser cosa suya.
- Las labores de busqueda de Kyle Simons han comenzado ya y...
- Mierda... -murmuró Jenna- No estas seguro aqui, ya te lo dije.
- Si, ire a entrenar contigo.