Capitulo 1

Los parpados le aletearon suabemente cuando el despertador sonó. Poco a poco, aquel chico de pelo castaño tan claro que podía confundirse con rubio y ojos castaños enmarcados por espesas pestañas ocuras, se incorporó y con la suavidad que puede tener un puñetazo le dio al despertador.

Aun con el sueño de la noche y el calor de las sabanas en el cuerpo, miro por la ventana para encontrarse una vez mas con una mañana soleada de principios de junio y un jueves mas antes de que terminara el curso escolar. A dos semanas de cumplir quince años este no notaba ni sus piernas del cansancio.

Como cada mañana no se deshizo de su pijama para bajar a desayunar y en la cocina le esperaban una chica joven, tal vez dos años menor que él, y una mujer adulta rubia de ojos verdes. Se trataba de su madrastra Hellen y su "hermana" Charlote, y como siempre no habia nada preparado para él.

Sin dirigirlas siquiera una mirada fue hacia el tostador y puso dos rebanadas de pan.

- Buenos días. -saludo Hellen, con desden.

- Buenos días. -bufo él.

- ¿Es que tu padre no te enseñó modales, Kyle? -se burlo Hellen.

Este sacudio la cabeza y se sentó en el extremo de la mesa mas alejado que pudo. Cuando su padre entro por la puerta, lo miro con aire de desaprobacion. Su padre tenía el pelo negro tizón y los ojos miel de su hijo.

Kyle estaba completamente en desacuerdo con su padre. Jams coincidian en nada, se sentia solo.Su padre se habia casado con su madrastra haría menos de un par de meses. No soportaba tener que estar con aquellas arpias.

- Hijo, acompaña a tu hermana al colegio, ¿quieres? -dijo su padre.

- Ni quiero ni es mi hermana. -murmuró.

- Richard, deberias llevarle a un internado. -intervino Hellen.

- Y a ti a un campo de concentracion pécora. -la soltó, y con aquellas palabras avandonó la cocina, se echó la mochila al hombro y salió.

Aunque su padre le pidiera discrecion y calma, a Kyle le resultaba imposible. Hellen sabia como sacarlo de sus casillas y aquella niña no era capaz mas que de molestar y pegarse a la pantalla del televisor dia y noche. Su padre intentaba hacer lo mejor para el, pero no hacia mas que fallar en todo, y no podía perdonarselo.

"Te apuntas otra, papá." Pensó. Aun no entendia los motivos por los que su padre hacía lo que hacía. No entendia como nadie podía enamorarse de aquella "mujer" cuyo caracter era despreciable. No podía explicarse como siquiera habia tenido una hija y había llegado a plantearse en que consistía su oficio.

Cuando pusó un pie en el instituto sonó la campana. Volvía a llegar tarde, y sabía de sobra lo que aquello significaba.

Subió las escaleras y entró en el aula. La arrugada y siempre seria profesora de Historia lo recibió con una sonrisa torcida.

- Kyle Simons, llega usted tarde.

- Soy consciente de ello. -contestó.

- ¿Tiene un justificante?

- No, señorita Right.

- Y, ¿Sabes lo que eso significa?

- Por supuesto.

La señora Right cogió un papel y se lo dio a Kyle. Este lo cogió y se sentó en su sitio, en la esquina derecha del fondo. Sacó sus libros y se dispuso a tratar de prestar atencion a pesar de que no dejaba de pensar en lo mismo. Al lado, su mejor amigo le tiró un papelito. Kyle lo cogió y lo leyó.

"Tío, por qué ha sido esta vez? T madrastra ha vuelto a jugartela?"

Kyle sacó el bolígrafo del estuche y respondió.

"Esa mujer es un demonio. No ha sido ella, esta vez ha sido mi padre"

Unos minutos mas tarde la nota le volvió a caer en el pupitre.

"A lo mejor no son ellos y eres tú que tardas mucho en ducharte xD"

Kyle sonrío con amargura y guardó la nota en su estuche. Pasaron las interminables horas y por fin llegó la hora de la comida. Comer, la clase de lengua, el castigo y otro penoso día habría acabado.

Se sentó en una de las mesas después de pasar por el puesto de comida y esperó a que se le unieran Jordan, su mejor amigo, y Suzet, la novia de este y mejor amiga de Kyle. Jordan era un chico alto y rubio, de ojos grises y sonrisa seductora. Su novia tenia el cabello cobrizo y los ojos azules. Los envidiaba, con ellos era capaz de comprobar que reee su padre no queria a Hellen, lo que le desconcertaba aun mas. ¿Por qué se había casado con ella? Hacía tiempo que Richard no era feliz, y Kyle jamas había conocido a su madre. Pero algo en su cabeza le decía que algo estaba a punto de cambiar.

- Suzie se ofrece a llevarte en coche para que llegues antes. -dijo Jordan al sentarse.

- Pero tendras que madrugar más, chico, si no perderas mi taxi. -avisó ella.

- Gracias pero creo que paso. -contestó él- no queda demasiado de curso, asi que sobrevivire.

- Te arrepentiras. -canturreo Jordan.

- La verdad, tengo un mal presentimiento. -dijo Kyle- Creo que cuando llegue a casa, algo no va a estar bien. Seguro que mi madrastra se ofrece a hacer la cena.

- Entonces tienes mi consentimiento para salir corriendo y pedimos una pizza.

- Perfecto.

Comieron con calma, hablando entre ellos. Al terminar la ultima hora Kyle fue al aula de castigo y enseñó el papelito de la señora Right al profesor de guardia.

- Tal vez deberias revisar tu despertador, es la tercera vez en esta semana y solo estamos a jueves.

- Creame, mi despertador no tiene la culpa.

Ocupó uno de los sitios libres y sacó un libro de su mochila para sumergirse en sus paginas y olvidarse por un momento de todo. Alguien llamo a la puerta. Kyle levantó la cabeza de entre las hojas para ver a una chica, tal vez de un curso inferior de pelo castaño con un flequillo sobre la frente y ojos marrones daba un parte al profesor de guardia.

- ¿Tú tambien, Jenna?

- Si, señor, yo tambien he perdido el autobus. -dijo la chica- En mi defensa dire que se adelanto.

- O que ti llegaste tarde.

- Ja, ja, ja. -rió con ironia.

Tomó asiento cerca de Kyle.

Cuando el castigo termino aquella presion en su pecho de que algo iba mal aumento. Corrió de vuelta a casa, no sin antes comprobar si tenia alguna llamada. Cuando llegó a su casa aun estaba jadeando. Abrió la puerta de entrada. Todo estaba muy oscuro. En el sofá estaba su padre.

Se acerco a él. Estaba muy palido. Le tomó el pulso pero no noto nada. Estaba muerto. Se giro justo a tiempo para cruzarse con unos ojos azules frios.

TO BE CONTINUED

By: Dark or Light.